me despertó un abejón de mayo. Sin duda, me dejó plantada una semilla en el oído.
Cuando crezca, a pesar de sus hojas transparentes, podré escucharme mejor los pensamientos y ver mejor el mundo a través de un 50 mm.
Nunca nadie me había despertado así, golpeándome con tanta insistencia y desesperación. Son las señales de mayo, luego de tanta incoherencia y de tanto andar sóla por el mundo.
Susurráme algo al oído, abril,
Decíme algo bonito, mayo,
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