Un brete que tuvimos q hacer en clases de géneros periodísticos especiales:
A las 4 y 30 am, por la ventana, siempre el amanecer es hermoso.
Estoy segura de que verlo cada lunes sería una experiencia que apreciaría más, si no fuera por el hecho de que no se trata de una madrugada tipo “vamos para la playa”, “llegar temprano al aeropuerto” o incluso “qué bonitos los amaneceres”.
Es una madrugada de “inicia la semana”, “hora y media de bus”, “clases otra vez” y “tengo que cerrar edición”. Pero ante todo es una madrugada de “¿por qué putas vivo tan lejos?”.
Ahora sí, subida en el taxi, con todas las maletas, noto que tengo tiempo suficiente para agarrar el bus a las 6.
En el fondo, el volcán Turrialba está despejadísimo. Es hermoso.
Es una madrugada de “inicia la semana”, “hora y media de bus”, “clases otra vez” y “tengo que cerrar edición”. Pero ante todo es una madrugada de “¿por qué putas vivo tan lejos?”.
Ahora sí, subida en el taxi, con todas las maletas, noto que tengo tiempo suficiente para agarrar el bus a las 6.
En el fondo, el volcán Turrialba está despejadísimo. Es hermoso.
Se contesta la pregunta.
1 comentario:
Madrugar de esa forma es solo perder un poco de la noche que vendrá
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