Ayer esperé el bus como nunca

Ayer me sentí muy sola
Muy triste
Esperé
Esperé 20 minutos el bendito bus
Nadie conocido llegó, nadie me abrazó
Al final del día, sentí que nadie me había entendido
Y que igual que al bus, eso era lo que yo estaba esperando

Luego llegó el bus
Y cuando me subí, escribí en la libreta del sema con pilot rojo lo que sentía

Pero, al rato de ver por la ventana, me di cuenta que ya había tomado el bus
Y tuve la certeza de que llegaría hasta la última parada, con la misma convicción, con las mismas razones, sin devolverme, sin esperar más

Tuve la certeza de que, al fin y al cabo,
si el bus no llega
una camina